Presenta una visión global de la evolución de la población en Costa Rica, analizando la distribución de la población a lo largo del tiempo, desde el período pre-hispánico (antes de 1502) hasta 1973. Establece que hasta 1950 las áreas centrales del país, en su mayoría rurales, constituían el punto de partida de fuertes corrientes emigratorias, dirigidas hacia regiones no explotadas. Demuestra que los agricultores de las áreas centrales, zonas de muy densa población y de minifundio cada vez más extendido, salían con frecuencia para ocupar las tierras del resto del valle central. Incluye cuadros en los que se muestra la evolución de la población de las diferentes zonas del país, de acuerdo con los diferentes censos realizados desde 1864.